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Nuevo proceso para viejos tesoros

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Protección de bienes artísticos y culturales

Para identificar con seguridad el origen de las obras de arte y protegerlas contra el robo, el mundo del arte lleva tiempo reclamando los llamados "pasaportes de objetos". Un componente importante podría ser una huella digital que documente la microrrugosidad en un punto determinado de un objeto. Esto es posible con la tecnología de medición sin contacto de Mahr, que se utilizó con éxito en un proyecto de la UE.

Una y otra vez, bandas de delincuentes consiguen realizar espectaculares robos en museos, como recientemente en la Bóveda Verde de Dresde o en el Museo Bode de Berlín. En el mercado negro, las piezas robadas valen millones. Al mismo tiempo, la demanda de arte y bienes culturales aumenta en la escena internacional y no se limita al arte saqueado y los bienes robados. "El saqueo de yacimientos arqueológicos desprotegidos y el comercio ilegal de bienes culturales son un problema enorme", afirma el Dr. William (Bill) Wei, Científico Superior de Conservación jubilado. Trabajó muchos años en elRijksdienst voor het Cultureel Erfgoed, la agencia holandesa del patrimonio cultural. A menudo ha sido posible encontrar pruebas de arte saqueado procedente de colecciones o zonas de guerra civil en museos de renombre. Evidentemente, estos museos no habían mirado con lupa a la hora de adquirir las obras expuestas. Por estas razones, la comunidad artística internacional reclama desde hace tiempo los llamados "pasaportes objeto" para obras de arte e historia cultural. Se supone que ofrecen a los compradores una prueba fiable del origen y les protegen así de falsificaciones o bienes robados. Esto también sería de inestimable ayuda para las aduanas.

Proyecto de la UE con tecnología Mahr Pero ¿cómo proteger las obras de forma permanente contra el robo? ¿Cómo pueden ser absolutamente infalsificables? ¿Y cómo puede un museo estar seguro de que los originales prestados para exposiciones especiales realmente vuelven, y no falsificaciones bien hechas? En el marco del proyecto de la UE "FING-ART-PRINT", de 2005 a 2008 se desarrolló una solución prometedora a este problema, que ahora ha vuelto a confirmarse mediante estudios a largo plazo: Como toda obra de arte, las estructuras de su superficie son únicas a nivel micrométrico. Los investigadores del equipo de Bill Wei las han escaneado con tecnología de medición 3D y han creado así una especie de huella dactilar. Y es tan única como la huella dactilar humana. "Una huella dactilar así queda registrada en cualquier zona secreta del objeto y puede cotejarse fácilmente cuando se devuelven las piezas expuestas o cuando pasan por la aduana", explica Wei, conservador del patrimonio cultural. Como parte del proyecto FING-ART-PRINT, Wei examinó las estructuras superficiales de más de treinta objetos proporcionados por diez museos y dos galerías privadas.

Elmétodo La base de las mediciones es la tecnología confocal, que el especialista en tecnología de medición Mahr ha desarrollado en su sede de Oberhausen. En general, la tecnología confocal aprovecha el hecho de que se pueden observar diferentes niveles de altura/profundidad de una superficie moviendo la lente del microscopio hacia arriba y hacia abajo. El microscopio confocal "muestrea" todos los niveles y los ensambla en un mapa topográfico en cuestión de segundos. "Mientras tanto, es posible obtener una resolución espacial de menos de un micrómetro y una resolución en profundidad de menos de 0,2 micrómetros, lo que es más que suficiente para obtener una huella dactilar que no pueda falsificarse", explica el investigador. Los datos de rugosidad están disponibles como archivos ASCII y los mapas topográficos como archivos JPEG, por lo que son compatibles con cualquier sistema de archivo. Los funcionarios de aduanas podrían utilizar FING-ART-PRINT para cotejar las "huellas dactilares" de los objetos con las bases de datos internacionales.

 

Mediciones detalladas: montajes experimentales Para FING-ART-PRINT, las huellas dactilares se capturaron en primer lugar con un dispositivo de sobremesa de la serie MarSurf CM. Se utilizó un objetivo de 10 aumentos, que ofrecía una distancia de diez milímetros al objeto. El objetivo del dispositivo 3D tiene un campo de visión de aproximadamente 1,6 × 1,6 milímetros. Para la medición se eligió una resolución espacial de tres a cuatro micrómetros y una resolución de profundidad de un micrómetro. Tomar una huella de este tamaño y con esta resolución lleva menos de 30 segundos. "La ventaja del modelo de mesa es su estabilidad. Sin embargo, la geometría fija del montaje restringe el tamaño y la forma de los objetos y la elección de la ubicación de las "huellas dactilares", es decir, de las exploraciones, porque tienen que colocarse bajo la estrecha lente del objetivo. Esto también dificulta la recuperación de una huella", explica Bill Wei. En una segunda configuración, el dispositivo, que se desarrolló como MarSurf CM mobile para aplicaciones móviles, se montó en un brazo robótico y se acercó con flexibilidad a los objetos. La ventaja: la huella puede tomarse en casi cualquier lugar; una cámara web documenta su posición exacta. El software de evaluación MarWin dispone de un algoritmo de correspondencia de imágenes que utiliza las imágenes de la webcam para ayudar al usuario a localizar las huellas dactilares al posicionar el objeto posteriormente.

Las pruebasa largo plazo confirman la durabilidad Para garantizar que las huellas permanezcan intactas a largo plazo, se realizaron nuevos estudios sobre su durabilidad. Las series de pruebas renovadas después de quince años han demostrado que la rugosidad no cambia significativamente a lo largo del periodo. Una excepción es la rugosidad de los colores frescos que aún no se han secado. La limpieza o los daños accidentales en los objetos también afectan al resultado de la medición. Así pues, los resultados del proyecto FING-ART-PRINT demuestran que la toma de huellas dactilares es una forma prometedora de identificar objetos y protegerlos del robo y el comercio ilegal. Desde 2019, hay un móvil MarSurf CM propio en la antigua oficina de Bill Wei; él mismo ya está jubilado, pero sigue investigando activamente. De este modo, las huellas dactilares pueden utilizarse como parte de un pasaporte de objetos, una de las piedras angulares para combatir el comercio ilegal de objetos del patrimonio cultural. Tras el éxito de las pruebas a largo plazo, el investigador busca ahora socios para comercializar este sistema a escala internacional.

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